¿Por qué no compartimos los videos de las clases?
Porque si nosotros compartimos los videos se rompen dos cosas que hoy son muy importantes para lo que estamos haciendo.
Una es la intimidad. Aunque en una clase seamos 500, quienes hablan en Baikal saben que no se tienen que cuidar de lo que dicen como se cuidarían si estuvieran en televisión. Esto permite bajar la guardia, decir cosas que uno piensa, salir de las presentaciones y poder compartir ideas sin tener demasiado cuidado. Queremos que Baikal sea lo más parecido posible a lo que nuestros profesores dirían en una sobremesa después de tomar unas cuantas copas de vino que a lo que dirían en una conferencia empresarial o en una clase en una universidad. Para eso hicimos Baikal.
La otra es la sincronicidad. Baikal es encuentro de personas, no es venta de contenido. Si compartimos videos damos la sensación de que si uno no puede ir a una actividad, la puede ver después. Y muy probablemente muchos después no la vean, como nos pasa con muchas de las cosas en nuestra vida que dejamos para después. Y aunque después lo vean, esa posibilidad va en contra del encuentro.
Por eso, por ahora no vamos a compartir los videos de las clases y vamos a mantener Baikal como fue todo en toda la historia de la humanidad: si no estás cuando pasa, te lo perdés. A lo mejor en un par de décadas los compartamos.
Emiliano Chamorro.