Convertirse en papá
El proceso de convertirse en papá, al menos en mi caso, resultó bastante abrupto. No tuvo que ver con el deseo previo ni con el acompañamiento con el embarazo. Tengo la teoría (más bien una hipótesis sin fundamento) que a los varones nos caen todas las fichas de repente, luego del nacimiento.
En mi caso el cimbronazo fue la primera vez que tuve a Julia en mis brazos, de repente sentí cómo el corazón se iba a salir de su cavidad y haría pedazos mis costillas, sentí también como el piso se mueve literalmente y cómo se acelera el pensamiento con el futuro incierto de lo que vendrá… fue sólo un instante, pero el golpe es enorme.
En ese momento la calma que pude encontrar fue a través de la mirada de mi hija y lo primero que se me vino a la mente fue cantarle “Te quiero” el poema de Benedetti que Favero pudo llevar a la música.
También las canciones acompañaron los primeros cuidados de Juli mientras su mamá pasaba unos días en terapia y de a poquito fue acompañando cada vez más nuestra relación padre-hija.
Hace unos pocos días encontré una hermosa explicación de la importancia de la música en la crianza de nuestros hijos a través de la voz de Magdalena Fleitas en diálogo con Meli Furman y unas cuantas decenas de personas interesadas por aprender y descubrir nuevos caminos en la crianza de nuestros pequeños.
En cada clase de Aprender en Casa me pasa algo parecido, encuentro explicaciones a los comportamientos que, con muchos equívocos, vamos descubriendo quienes tenemos la responsabilidad de criar a los integrantes de una generación futura, pero también voy mejorando mi caja de herramientas y recursos para transitar el camino de las múltiples inteligencias.
Cada nuevo encuentro nos mejora como personas y nos hace ser mejores educadores, ya sea en el rol que asumimos en casa, en el colegio o en donde sea que nos toque.
Y también puedo afirmar que, jueves tras jueves, nos encontramos en un espacio seguro donde madres, padres, familiares y educadores trabajamos en absoluta confianza por encontrar los caminos que, a través de la enseñanza de nuestros pequeños, nos ayuden a construir un mundo mejor (con el salvavidas de la música como recurso, al menos ya sabemos que no nos ahogaremos en el intento).
Javi Felipe